"La Lista Trasnacional Europea: un paso más para la Europa federal"
No todos los días se viven revoluciones democráticas,
y menos en esta Europa tan achacosa de críticos, escépticos y tripulantes que
abandonan el barco a mitad de viaje, y aunque el bosque no nos deje ver los
árboles, los europeístas y federalistas de Madrid nos han deleitado este fin de
semana con una propuesta para acercar un tema que puede ser primordial a futuro
para relanzar el interés de la ciudadanía por las instituciones comunitarias.
Con el objetivo de explicar qué son las listas
transnacionales y qué podría conllevar su aprobación en pocas semanas en el
Pleno parlamentario de la Eurocámara, UEF
Madrid organizó este pasado viernes una mesa debate con tres magníficos ponentes.
Reunidos en la Oficina del Parlamento Europeo de Paseo
de la Castellana, el vicepresidente de UEF Madrid, Damián Macías dio comienzo al debate sobre las listas
transnacionales con Luis Yáñez-Barnuevo
histórico socialista, presidente del Consejo Andaluz del Movimiento Europeo y miembro
del Parlamento Europeo de 2004 a 2014, Enrique
Calvet Chambón parlamentario europeo de ALDE y miembro del Comité Federal
de la Unión de Federalistas Europeos y Victoria
Rodríguez Prieto, experta europeísta, profesora de
Relaciones Internacionales en la Universidad Antonio de Nebrija.
Los tres invitados coincidieron en la gran
oportunidad que ha supuesto la salida del Reino Unido para el relanzamiento
europeo, ya que fuerzas tan poderosas como el presidente de la Comisión, Jean
Claude Juncker, el líder socialista alemán Martin Schulz, o el presidente de la
República Francesa Emmanuel Macron apoyan decididamente por europeizar el
espacio electoral con el establecimiento de listas paneuropeas que miren al electorado
europeo como un todo y no como la suma de las partes.
La profesora Rodríguez
Prieto explicó que la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento
Europeo aprobó hace unos días por amplia mayoría (21 votos a favor, 4 en
contra) una resolución para repartir los 73 escaños que quedarán libres tras la
salida del Reino Unido de la Unión Europea.
En primer lugar, se reduce el tamaño de la cámara en 46 escaños como
solicitaba el Partido Popular Europeo, si bien podrían recuperarse en caso de
futuras ampliaciones de la UE, así como para representar a una hipotética circunscripción
electoral paneuropea. Los 27 restantes se repartirán entre las naciones
europeas que están desfavorecidas respecto a su peso poblacional.
España y Francia serán las principales beneficiadas
en este reparto pues ambas aumentarán en cinco diputados su presencia en la
Eurocámara, tres serán para Italia, otras tres para Holanda, dos serán para
Irlanda, mientras que, Croacia, Finlandia, Eslovaquia, Estonia, Dinamarca,
Suecia, Austria, Polonia y Rumanía recibirán un escaño adicional cada uno.
Con los 73 escaños del
Brexit, 27 quedarán repartidos entre diferentes naciones y otros 27, si
Parlamento y Consejo sucesivamente lo aprueban, serían en el futuro, quizá
cercano, elegidos por el conjunto del pueblo europeo a través de listas
transnacionales presentadas por los partidos continentales. Para llevar a cabo
estas listas transnacionales, se plantea crear una circunscripción única
europea, con candidatos de varios Estados miembros a los que puedan votar todos
los ciudadanos comunitarios. De esta forma, los ciudadanos tendrían la
oportunidad de votar a partidos europeos o coaliciones de partidos europeos que
presentasen programas electorales dirigidos para todos los ciudadanos europeos
y centrados en la mejora de las políticas de la Unión Europea por encima de la
visión particular desde cada Estado miembro.
Enrique Calvet, Damián Macías, Luis Yáñez y Victoria Rodríguez |
Por su parte, Enrique Calvet explicó que, en el caso
de España, el votante se encontraría el día de las elecciones con dos
papeletas: una con 59 nombres propuestos por los partidos nacionales, y otra
lista de 27 candidatos de distintas nacionalidades y propuesta por los partidos
europeos, en los que se integran los primeros (Partido Popular Europeo, Partido
de los Socialistas Europeos, Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa,
etc.). Se perseguiría con ello incrementar el interés de la ciudadanía por las instituciones
comunitarias, reforzar el papel de la Eurocámara en las decisiones europeas y
permitir distanciarse de planteamientos secesionistas como los nacionalismos fragmentarios
existentes en estos momentos.
Luis Yáñez inició su reflexión
recordando que a principios de los años 80 un adelantado Felipe González, por
entonces carismático líder del PSOE, propuso incluir en las listas electorales
a las elecciones generales del año 1982 a Emma Bonino, política italiana del
Partido Radical italiano. Con ello quería ahondar en el concepto de “ciudadanía
europea” pero su propuesta encontró mucha resistencia entre otros miembros
directivos del partido y finalmente no se llevó a cabo aun siendo totalmente
legal desde el principio de nuestra democracia iniciada en el año 1978.
Para él, las listas transnacionales serán muy
importantes porque aunque los miembros del actual Parlamento Europeo deben
defender los intereses generales de la Unión Europea y no solamente los del
Estado miembro en el que han sido elegidos, los parlamentarios de las listas
paneuropeas, serían elegidos por el demos europeo en su conjunto, lo que
supondría una innovación a la hora de generar un debate político continental
que podría contribuir a limitar la tendencia a convertir las elecciones
europeas en 28 elecciones nacionales. Además, la elaboración de estas listas
podría reforzar a los partidos políticos europeos, hoy meras coaliciones de
partidos nacionales.
Preguntados por el
moderador Damián Macías, sobre si
veían posible superar las reticencias mostradas por algunos miembros del
Partido Popular Europeo para instaurarlas en las elecciones al Parlamento
Europeo de 2019, tanto Yáñez como Calvet, coincidieron con la profesora Rodríguez en que todo dependería de la
voluntad política que tengan las familias políticas europeas en modificar la
actual ley electoral y superar la llamada “profunda revisión” que defienden
algunos conservadores de la Eurocámara.
Además, los tres explicaron
que estas listas transnacionales estarían normalmente encabezadas por el
candidato a presidir la Comisión por parte de la familia política en cuestión, seguido
de los otros 26 nombres que proponga tal partido respetando el equilibrio de
género, y con la obligación de que los candidatos procedan de al menos de un
tercio de los estados miembros. Así, el Consejo Europeo deberá proponer al
poder legislativo (la Eurocámara) uno de los cabezas de lista transnacional, en
función del resultado electoral y de los apoyos parlamentarios, fórmula
conocida como ”Spitzenkandidaten”.
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